Tras la emisión de la primera parte de la miniserie ofrecida por Telecinco sobre los Príncipes de Asturias, se pudo comprobar que la serie de la cadena Antena 3, Hispania, consiguió un éxito arrollador en cuanto a audiencia se refiere.
Si bien el pasado lunes la diferencia de audiencia entre ambas cadenas era notable -Antena 3 consiguió 4.770.000 seguidores y Telecinco 4.270.000 - en la noche de ayer disminuyó, ya que Hispania fue seguida por 5.116.000 telespectadores, mientras que Felipe y Letizia obtuvo 5.051.000.
Ante todo, hay que destacar que rompiendo con todo pronóstico, el público se decantó desde el primer momento por la serie basada en el año 150 a.C, sin que influyese el cambio de programación que realizó Telecinco para hacer que coincidiese su teleserie con el estreno de Hispania. Aunque también cabe añadir que Antena 3 emitió la serie de manera íntegra, es decir, sin interrupciones, para así asegurarse que sus seguidores no se fuesen a la cadena rival durante los minutos publicitarios.
Dejando al margen las estrategias seguidas por ambas cadenas, cabe tener en cuenta que Felipe y Letizia destacó por un guión pésimo, una interpretación un tanto "rara" por así decirlo de todos sus personajes, particularmente la de los Reyes (interpretados por Marisa Paredes y Juanjo Puigcorbé) y por la impresión que transmitía al espectador de estar viendo una parodia.
En cuanto al guión, he de añadir que también tuvo su eco en Twitter, ya que la etiqueta #felipeyletizia monopolizó el flujo de información sobre la serie; los comentarios jocosos sobre las interpretaciones, el "acento francés" de la Reina y los diálogos primaron sobre cualquier otro aspecto de la serie.
Entre los comentarios realizados en esta red social destaca el de un internauta que afirma que "#felipeyletizia es a la monarquía lo que La vida de Brian al cristianismo" u otra que se pregunta "¿Por qué a los birtánicos les sale 'The Queen' y a nosotros 'Felipe y Letizia'?".
En fin, la emisión de la teleserie sobre la monarquía española ha servido, a mi parecer, o bien para afianzar aún más la confianza en la convicción republicana de muchos, o bien para que los espectadores se riesen un rato, porque más bien parecía Los Padres de Él a la española que no una serie que intentaba reflejar la vida cotidiana de la familia Real.
Rosa Ivars
